¡Dios mío, tanta belleza! *** Abrimos la compuerta. Dimos al amor lo que esperábamos de él. Confiábamos en que manara sin límite por mero roce, por proximidad mágica a la fuente de todo, y nos agotamos en el esfuerzo. Y el amor se nos volvió del revés, en una curva, en pleno viaje, en una tienda … Sigue leyendo TARDE EN ITAPOÃ